viernes, 2 de octubre de 2015

¿A quién admiro y quién me inspira?

Paz y Bien...

El año pasado comencé el Blogger Challenge, que constaba de escribir un post seminal, con unos temas guías. Lamentablemente, mi pc se me dañó y en la tablet se me hacía más difícil por problemas visuales. Esta semana quiero compartir el tema "Alguien que admiras o que te inspira". Comenzaré por decir que mis hijos son las personas que más admiro, por diferentes razones. Cada uno es especial y tienen muchas cualidades, ellos son mi inspiración, aunque de un modo especial, Mi Princesa María Vanessa. Ella es una chica muy fuerte y ha demostrado que puede echar hacia adelante, aunque tenga tropiezos.
 
Desde los 8 meses de nacida, tuvo una condición de salud que la llevó a estar hospitalizada 3 veces, y era candidata a operación, hasta que cumplió 6 años. Su problema era de los riñones y sufría mucho cuando le hacían cada cistograma, un estudio de la vejiga, uretra y riñones. En una ocasión había 4 enfermeras, el técnico y yo, aguantándola, y tuvo que ir el médico a hacer el estudio, porque ella no se dejaba. Los sueros, pruebas nucleares, laboratorios, eran parte constante de su vida. De esta situación, salimos gracias al Milagro que Dios hizo en ella, tiempo después de una misa de sanación a la que el ministerio de música que pertenezco, fue a tocar en Dorado, con el P. Jimmy Casellas, y la llevé a que oraran por ella.
 
Luego se descubrió que tenía Autismo Atípico, que a pesar de no ser severo y es funcional, no dejaba de mantenerla retraída y rezagada en lo académico. Fracasó un año escolar, tuve que hacer varias querellas para que le asignaran su T1 y ha sido cuesta arriba, más no imposible. Ella solita, quiso entrar al ministerio de música de niños, tomar clases de dibujo y luego, practicar tenis de mesa. Esto último le ha dado muchas satisfacciones, tanto en lo deportivo como en lo escolar. Le ha dado motivación para seguir practicando y empeño en las cosas que le gustan. La ha ayudado a concentrarse, en destrezas motoras, desplazamiento, hace ejercicio y sus notas han subido y está mucho más alerta. Tan alerta, que no se le escapa una… yo le digo "la abogada y la fiscal". Lo mismo te defiende, que te tira. Ella es muy sincera y no sabe mentir.

 
En su graduación de sexto le hicieron un reconocimiento como Atleta Destacado de la Clase. Ha ganado múltiples medallas en su deporte y se prepara para más. La invitaron para los Juegos ParaPanamericanos de Toronto, Canadá, en el pasado mes de agosto, pero nos avisaron 4 días antes de cerrar inscripciones, y por no tener pasaportes ni dinero, no pudimos ir. Eso es un Súper Orgullo.
 
Otra personita a la que admiro mucho, es Adriana Díaz, la Pequeña Gigante del Tenis de Mesa Puertorriqueño. Tengo el gusto de conocerla y a su familia. Esta niña de 14 años, casi 15, pues cumple este mes de octubre, es un ejemplo de perseverancia, entrega, esfuerzo, dedicación, sacrificio, y me hace pensar en mi María Vanessa. Mi Princesa la quiere mucho y la admira grandemente, se identifica con ella. Adriana es el ejemplo a seguir de mi hija y tienen la misma edad.
 
Por último y no menos importante, admiro a mi Madre, que hace casi 29 años, enviudó. Nunca tuvo otra relación y se ocupó de sus 6 hijos, ella sola, pasando por muchas situaciones, de salud y económicas. A estas alturas de su vida, sigue batallando por nosotros, sus hijos y aunque a veces me molestan algunas cosas, la entiendo, pues también soy madre. No dejo de pensar que es LA MEJOR MADRE DEL UNIVERSO.
 
Eclesiástico 3, 1-16 1 Hijos, escúchenme a mí, que soy su padre; hagan lo que les digo, y así se salvarán. 2 Porque el Señor quiere que el padre sea respetado por sus hijos y confirmó el derecho de la madre sobre ellos. 3 El que honra a su padre expía sus pecados 4 y el que respeta a su madre es como quien acumula un tesoro. 5 El que honra a su padre encontrará alegría en sus hijos y cuando ore, será escuchado. 6 El que respeta a su padre tendrá larga vida y el que obedece al Señor da tranquilidad a su madre. 7 El que teme al Señor honra a su padre y sirve como a sus dueños a quienes le dieron la vida. 8 Honra a tu padre con obras y de palabra, para que su bendición descienda sobre ti, 9 porque la bendición de un padre afianza la casa de sus hijos, pero la maldición de una madre arranca sus cimientos. 10 No busques tu gloria a costa del deshonor de tu padre, porque su deshonor no es una gloria para ti: 11 la gloria de un hombre proviene del honor de su padre y una madre despreciada es un oprobio para los hijos. 12 Hijo mío, socorre a tu padre en su vejez y no le causes tristeza mientras viva. 13 Aunque pierda su lucidez, sé indulgente con él; no lo desprecies, tú que estás en pleno vigor. 14 La ayuda prestada a un padre no caerá en el olvido y te servirá de reparación por tus pecados. 15 Cuando estés en la aflicción, el Señor se acordará de ti, y se disolverán tus pecados como la escarcha con el calor. 16 El que abandona a su padre es como un blasfemo y el que irrita a su madre es maldecido por el Señor.
 
Dios les bendiga…

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